martes, 18 de enero de 2011

♥ Big Girls Dont Cry ♥

Una chica de cabellos achocolatados rizado en la puntas, camino lentamente hasta su cama, se coloco las sabanas y agarro su lentes, su siempre muy bienvenida lapto y la cosa que nunca puede falta su taza de chocolate caliente.

Se concentro en toda su miserable vida, una que comienzo con su amigo dejándola plantada en el restaurante por Tanya Denali, una en donde James Smith aprovecho para abusar de ella, una en donde Isabella "la dulce" Swan murió, las lagrimas baja por su mejilla como hacia cada ves que recordaba, estaba sola eso lo supo desde el momento en que dejo Forks, dejo su vida, sus padres, sus amigos y sobre todo sus estudios.

Su vida nunca fue la perfecta vida de ricos, ella amaba a su padres por lo que son y no por lo que le daba, era la mayor su hermanita Carola de cinco años había nacido entre el tumulto de errores de su adolescencia.

Su vida comenzó de esta forma....

-¡EDWARD! - grito Bella corriendo por los pasillos del Instituto de Forks el lugar en donde ella sus amigos de toda la vida estudiaban, corrió todo lo que su torpes piernas daba.

El chico de cabello cobrizo, ojos verdes, sonrisa perfecta y cuerpo perfecto, la espero con una sonrisa, Bella llego a su lado cansada y el espero a que agarrar algo de aire.

-!ME ELIGIERON EDWARD! - chillo emocionada mostrandole la hoja blanca con la aprobación marcada en grande, Edward sonrió y la abrazo dándoles vueltas en el procesos - ¡Me mareo! - susurro Bella, Edward dejo de dar vueltas mientras la acomodaba en el suelo.

-¿Que tal si vamos al café que esta a las a fuera? - le dijo Edward con una sonrisa
- me encantaría...- comento con una sonrisa - a las seis allá...- Edward asintió y beso su mejilla antes de irse a su auto se despidió con la mano y se fue...

Bella hizo un pequeño baile y corrió hasta su audi un regalo de su padres, condujo lentamente aun era las tres faltaba tres horas para su cita con Edward, llego a su casa y acomodo su cuarto, la sala, el cuarto de Carola que apenas tenia seis meses, en fin muchas cosas, entretenida como estaba no se dio cuenta que era las cinco, camino hasta su cuarto donde agarro la ropa se dio una refrescante ducha y se cambio...

               

Camino hasta su cuarto y se retoco un poco maquillaje, Bella nunca usaba maquillaje no le parecía adecuando estar llevando eso, corrió rápidamente hasta la sala agarro su bolso y le dejo una nota a sus padres, subió a su auto escuchando varias canciones y cantándolas con la radio.

La Cafetería quedaba un poco a las a fuera de la cuidad a comienzo del bosque, amaba ese lugar pues siempre había sido su favorito, amaba ver la lluvia caer por las ventana y sentir su tacto, no se dio cuenta que había llegando, bajo con una sonrisa del auto y entro al cálido lugar, el olor a café y panecillo le llegaron a su fosa nasales.

Camino rápidamente hasta la mesa que estaba a lado de la ventana, coloco su cosas en la mesas, una chica se le acerco con una sonrisa pidiéndole su orden, Bella solo pidió un poco de agua ella asintió y se fue, Bella miro su reloj eran 6:30, ella suspiro pensó que tal ves llegaría algo tarde.
9:30 pm 

- Chica ya vamos a cerrar - fueron las palabras para que la cruel realidad de aquella chica de cabellos y ojos achocolatados, ella asintió en silencio y salio del lugar, camino lentamente mientras su cabellos se mojaba gracias a la pequeña lluvia que caí, la oscuridad era tenebrosamente pero Bella solo lo veía como algo normal en su vida, había estando acostumbrada a estar sola en cada una de su faceta.

Suspiro mientras un corto sollozo se escapaba de su labios, bajo los escalones y cruzo la esquina, unos tipos estaba en ella, Bella suspiro y busco en su bolso el aerosol de gas que siempre tenia, camino derecho mirando el suelo, sentía como ellos la llamaba pero simplemente los ignoraba.

- !Camina Bella solo Camina! - se decía entre varios paso, pero no contaba con que ellos era mas rápido y estaba algo drogados, antes de darse cuenta estaba gritando.

Uno de los tipos la agarro por la manos y el otro por las piernas, otro le coloco una cinta adhesiva mientras otro le colocaba un paño blanco, lo ultimo que ella recordó fueron aquellas miradas sádicas.